jueves, 26 de agosto de 2010

Cuestión de ideales.

Esta es la primera entrada de este blog "Ideas Precocinadas". Y como no puede ser de otra manera, hoy se hablará de los ideales.
Cada uno tiene sus propios ideales. Eso es innegable. Es el axioma de la sociedad. Cada uno sabe lo que es bueno, malo o regular. Cada uno tiene su conciencia. Y aunque parezca mentira, aunque cada acto de cada hombre a simple vista sea distinto a los demás, aunque los ideales de unas personas parece que distan mucho unos de otros, no son tan distintos. Con esto quiero decir que todos sabemos que matar está mal. Pero muchos giran la cabeza. La única diferencia entre unos y otros es el nivel en el que acallamos nuestra conciencia. Unos la acallan hasta niveles insospechados. Otros luchan por mantenerla viva y con voz. Sin embargo, tanto los primeros como los segundos acallamos nuestra conciencia en algún momento de nuestra vida mediante la repetición de actos que consideramos "malos". Aquí empieza la fase del auto-convencimiento. Empezamos a engañarnos diciéndonos frases como "no es para tanto" o "toda la gente lo hace" o "mucha gente ha hecho cosas peores" y un largo etcétera. Porque somos así, porque necesitamos sentirnos bien con nosotros mismos, aún a costa de silenciar lo que nos hace buenas personas. Para los incrédulos que no se tragan todo este rollo de la conciencia, esto se puede demostrar de distintas maneras. Por ejemplo, cuando nos dan una nota, póngase un 5,5 y llegas a casa y tus padres preguntan: "¿Qué has sacado en el examen?" contestas: "un 6". ¿Por qué? Porque un 5,5 es casi un 6, no pasa nada, son 5 décimas, ¿qué importa?. Y a base de repetirlo en la cabeza te lo vas creyendo. Y dos meses después te acuerdas de ese examen y no recuerdas el 5,5, recuerdas el 6, porque tenemos una capacidad de auto-convencernos de cosas que nos afectan positivamente increíble.  Y lo mismo pasa con la conciencia.
Lo que sucede es que en este último caso no nos damos cuenta del peligro que ello conlleva. He conocido y conozco varias personas que a medida que van acallando sus conciencias, van cambiando sus ideales. Cambiando su vida. Cambiando su personalidad. Y siempre a peor.

2 comentarios:

  1. "Demasiadas personas temen las críticas; demasiado pocas temen la conciencia". Lucio Anneo Séneca
    "La conciencia es como una abeja; úsala bien y te dará miel; úsala mal y te clavará un aguijón". Thomas Watson

    una gran primera entrada Mat... muy tuya y muy cierta al mismo tiempo

    ResponderEliminar
  2. Sí señor... buena reflexión mateiño... pero de todas formas como dijo Aristóteles hay que buscar un término medio... Si haces algo mal no puedes estar remordiendote la conciencia y sufriendo xq por desgracia somos humanos y es inevitable, los errores existen ¿qué podemos hacer? intentar que no vuelvan a ocurrir, es una técnica de aprendizaje (ensayo-error). Vamos al tema, (que me voy por las ramas) estoy de acuerdo con todo lo que dices pero en mi opinión es la propia sociedad la que influye en nuestra conciencia, quiero decir que la sociedad tiene parte de culpa; lo normal, lo que nosotros vemos como normal pero en realidad no es tan normal o no es tan bueno, o es malo pero nosotros pensamos qué le vamos a hacer... supongo que es a lo que tú te refieres... es esa sociedad (miles de conciencias) las que tienen influencia sobre la nuestra. Aun así yo creo que la moral universal sale a flote a pesar de este autoconvencimiento xq matar sin consentimiento siempre está mal... al fin y al cabo todos tenemos nuestra propia moral, no todas iguales si no que cambian en algunos matices, matices que se dan a consecuencia de una serie de factores ambientales (religión, educación etc..). Es cierto que a pesar de que algunos tienen una moral establecida la van cambiando y con ello su personalidad pero puede que sea una estrategia de nuestra mente para no sufrir, para no pasarlo mal para ser más "felices"... muchos de estos matices (errores que pueden ser entendidos por unas determinadas personas pero no por otras) pueden ser entendibles y otros no, depende de la persona, lo que sería ideal sería buscar ese termino medio del que te hablaba al principio. Por último creo que muchos de los presidentes, dictadores y personas con gran poder adquisitivo han dejado atrás esa moral e ideales a los que haces referencia, creo que es ahora cuando debe surgir la pregunta ¿es bueno realmente ser fieles a nuestra moral? En lo que a mi respeta depende de la conciencia de cada uno.

    ResponderEliminar